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Actitudes Más Relevantes en la Entrevista Laboral


La formación y la experiencia siguen siendo los factores clave para conseguir una entrevista de trabajo, pero, al final, serán las actitudes las que marquen la diferencia entre los candidatos. Cierto es, también, que, a este respecto, no se exige el mismo nivel para un puesto que conlleve una gran responsabilidad que para un puesto base. La personalidad del trabajador es crucial para el buen desarrollo de sus funciones dentro de la empresa, siendo ahí donde un buen seleccionador hará mayor hincapié y, por ende, el candidato tendrá que prestar una mayor atención, dejando brillar aquellas actitudes que puedan favorecerle a la hora de aspirar a un determinado puesto de trabajo. Para ello es crucial conocerlas y tener claro cuáles de ellas poseemos para así poder exteriorizarlas en la entrevista. A continuación repasamos algunas de ellas:

 

Asertividad

 

Entendida como la habilidad para ser claros, francos y directos, diciendo lo que se quiere decir, sin herir los sentimientos de los demás, ni menospreciar la valía de los otros, sólo defendiendo sus derechos como persona. Es por ello que una persona asertiva se mostrara más predispuesta a comunicar cualquier problema o incidencia que pudiera afectar de manera negativa a la productividad.

 

Si quieres demostrar que eres asertivo con el lenguaje no verbal mantén la mirada firme, mirando siempre a los ojos; mirada directa pero no penetrante o intimidatoria. Mantén una postura erecta, con ligero acercamiento para mostrar interés. Los movimientos que realicemos con nuestros brazos o cuerpo en general deben ser congruentes con el lenguaje verbal.

 

Proactividad

 

Un buen trabajador no se distrae únicamente en planteamientos teóricos y propuestas, sino que actúa para resolver los posibles problemas que puedan surgir. No basta con visualizar una idea, hay que llevarla a la práctica y no esperar a que otros lo hagan por nosotros.

 

Una persona proactiva, ante un problema o conflicto, en vez de venirse abajo y reaccionar de un modo negativo asume una actitud positiva, buscando soluciones aún donde no las haya. Esa persona sin duda estará más próxima al éxito.

 

Trata de demostrar en la entrevista que eres una persona resolutiva, positiva, con ganas de colaborar en la consecución de los objetivos, todo ello sin rozar la presuntuosidad.

 

Curiosidad

 

Aunque dicen que “la curiosidad mato al gato”, una dosis controlada de esta característica puede ayudarnos a demostrar un interés por el trabajo que vaya más allá de lo meramente económico. Las personas curiosas aprenden con mayor rapidez, ávidas de asimilar conocimientos nuevos que poner en práctica. Por ello no tengas problemas en mostrar interés sobre los objetivos de la empresa o la organización de la misma, siempre cuidando que no derive en intromisión en el trabajo de otros.

 

Amabilidad

 

Es una cualidad más que necesaria, máxime si se pretende trabajar en grupo. Es importante mostrarte amable, no sólo con tus superiores sino, también, con tus compañeros y subordinados.

Es muy posible que debido a la carga o división del trabajo se creen tensiones o fallos de comunicación, de ahí lo importante de mantener un buen autocontrol de las emociones tratando de mostrar siempre nuestro lado mas afable y comunicativo.

 

Cuida no mostrar en la entrevista unos rasgos faciales excesivamente serios, herméticos. Trata de ser educado en los gestos y el lenguaje.

 

Actitud receptiva

 

Pese a lo importante de ser proactivos, también es relevante demostrar que somos capaces de escuchar sin interrumpir a otros en sus conversaciones, respetando a las diversas autoridades cuando hablan de temas de su competencia.

 

Esto mismo debe extrapolarse a la entrevista. Guarda silencio y escucha con detenimiento al entrevistador y no le interrumpas cuando habla. Tampoco trates de dominar la conversación sumiéndote en profundos monólogos.

 

Encaminarse hacia los resultados

 

Es importante saber cuáles son los objetivos de la empresa para poder encauzar los esfuerzos a la consecución de los mismos. Por ello hay que conocer los fines últimos de la organización.

 

Haz saber al entrevistador qué conocimientos y habilidades posees y cómo estos pueden ayudar a lograr objetivos.


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